Recibiendo sobre su fachada
los rayos directos de nuestro astro rey, que anuncian la nueva estación del
estío que se avecina, la Iglesia de San Sebastián ha abierto de nuevo sus
puertas para acoger el VI concierto de Música
de Cámara en el Patrimonio Rehabilitado. Este domingo, 2 de junio de 2019,
ha amanecido con una ligera y fresca brisa, desmentida a esta hora del mediodía
por el seco calor que nos golpea. Por suerte, en su interior, ocupados los
asiento y sosegado el público, las gruesas paredes y los altos techos nos cobijan
para regalarnos una agradable sensación de frescura.
Irene
Palencia Mora, piano, y Raquel Pérez-Juana Rodríguez, oboe, son las dos integrantes del Dúo Poulenc, que tienen a bien
presentarnos una programa intenso y agradable para ser engullido por unos oídos
ávidos de bellas melodías, ritmos frenéticos y acordes novedosos. Ambas cursan
2º de Enseñanzas Superiores en el Real Conservatorio Superior de Música de
Madrid, prolongandoasí un feliz encuentro que ya se inició durante sus estudios
de Enseñanzas Profesionales en el Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo.
Los primeros acordes en
escucharse han correspondido a Capricho para oboe y piano compuesta
por el músico militar español Eduardo López Juarranz (1844-1897), que destacó como director de bandas militares
pero que tiene en su haber ser el autor de los conocidos pasodobles La Giralda
y Sevilla
y de la marcha procesional ¡Piedad!, una de las más antiguas
dedicada a la Semana Santa de Andalucía.
Irene
Palencia nos ha introducido en el impresionismo musical al
interpretar al piano solo, La Isla alegre del compositor
francés Claude Debussy. Compuesta en
1904, se inspiró en el cuadro de Watteau “L’imbarco per Citera”, que muestra
como los jóvenes iban de peregrinación a la isla de Cítera, lugar de nacimiento
de Venus (Diosa del amor), a disfrutar de los placeres del amor. En la pieza se
encuentran alusiones musicales que podemos asociar al agua, alegría, danzas de
rituales, ritmos percusivos… y cómo todo va dirigiéndose hacia una explosión
final que desemboca en una danza frenética.
Tras unos minutos de
descanso el pianoforte se ha empleado a fondo para interpretar Preludio,coral y fuga compuesta por CesarFranck, compositor y organista francés de origen belga. De una alta
dificultad expresiva, el Preludio es una insistente mirada sobre el abismo, seguidodel
Coral, un tiempo lento doliente y misterioso, y, tras una bellísima modulación,
de la luminosa Fuga. Obra de esplendorosa madurez compuesta en 1884. Una segura
y convincente interpretación de Irene
Palencia que ha causado admiración en el público presente, incluido los
niños.
Para la ejecución de las
siguientes páginas se ha asociado la maravillosa sonoridad del oboe con el pulso
frágil del piano para obsequiarnos la Sonata para oboe y piano, del
compositor parisino Francis Poulenc,
escrita en 1962, un año antes de su muerte. Pieza dedicada a la memoria del
maestro ruso Sergéi Prokófiev cuya
influencia se deja sentir en esta composición. Lírica, lenta, conmovedora,
finaliza con una sensación de profunda calma. Una excelente interpretación que
nos descubre una melodiosa pieza musical digna de enamorarse de ella.
Raquel
Pérez-Juana e Irene
Palencia han causado una grata sensación con un programa tremendamente
difícil que solo la constancia y el trabajo duro les ha permitido afrontar, y
por ello han recibido los cálidos aplausos del público y amigos que han venido
a escucharlas.
Como bis Dúo Poulenc nos ha mecido con su versión
para piano y oboe, del Tango de la Suite España de Isaac Albeniz, un tango que suena a
habanera.
Texto.- José Suarez
Imagenes..www.pictorem.com
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