Programados a principios de año los conciertos del IV Ciclo
de Jornadas de Música y patrimonio, organizado por el Consorcio de Toledo
y la asociación Momentum Toledo, ha
coincidido el último de los conciertos de este ciclo con el final de la Semana
Grande del Corpus Christi de Toledo, donde la exaltación de la Eucaristía
culmina con la celebración de la procesión, recorriendo la
Custodia de Arfe las calles entoldadas y engalanadas que recibe a su paso
aplausos y lluvia de pétalos de rosas. Multitud de patios toledanos bellamente decorados
abren sus puertas para ser visitados y acogen diversas actividades musicales,
en las que también participaron músicos de la asociación.
En este día, aún de primavera, la temperatura asciende con
rapidez y se aproxima a los 40 º C. La fachada de la Iglesia mozárabe de San
Sebastián, que mira al sur, recibe directamente los rayos del sol y obliga al público valiente que espera a resguardarse
de las radiaciones solares buscando la sombra
y a refrescarse con el movimiento brioso de los abanicos.
Para este concierto, en el que como viene siendo habitual ha sido conducido por las narraciones de Virginia Serrano, hemos contado con la colaboración de Sergio Suárez Sánchez, violín, formado
íntegramente en el Conservatorio Profesional de Música Jacinto Guerrero de
Toledo y de Arturo Moscoso Sequera,
piano, procedente del Conservatorio Profesional de Música Joaquín Turina de
Madrid. Ambos acaban este año las Enseñanzas Profesionales y deben plantearse
hacer las pruebas de acceso a Conservatorios Superiores de Música. Arturo
Moscoso ha obtenido este año el Premio Fin de Grado.
Sergio Suárez es acompañado al piano por Cecilia Vargas Lizarraga, profesora de
piano complementario y repertorio en el Conservatorio Profesional de Música
Joaquín Turina, conservatorio que justamente conmemora este año los 25 años de
su creación bajo el lema “25 años haciendo música”, y desarrollando durante
este curso un sinfín de conciertos y actividades.
En la primera parte Sergio Suárez ha interpretado el primer
movimiento del Concierto nº 4 de W. A. Mozart, uno de los cinco que Mozart
escribió en la corte de Salzburgo durante el año 1775 cuando contaba solo 19
años. Y el Scherzo-Tarantelle del compositor y violinista polaco H. Wieniawski,
cuyo ritmo rápido y vivaz da al solista la oportunidad de mostrar sus
habilidades técnicas.
Arturo Moscoso interpretó Estudio Opus 8 nº 2 del compositor
y pianista ruso A. N. Scriabin, considerado uno de los mayores exponentes del
postromanticismo y el atonalismo libre, obra que da pie al lucimiento del
intérprete. Y la Partita para teclado nº 1 de J.S.Bach, la primera de las seis
suites que escribió para clave y publicadas entre 1726 y 1730. Excelente
interpretación de Arturo Moscoso que hace que parezca fácil lo que en realidad
exige la máxima destreza técnica.
Tras el descanso, ha sonado Capricho nº 19 de N. Paganini que
interpreta Sergio Suarez para violín solo, momento que podemos apreciar en el video. La serie Caprichos son 24 obras que
exploran cada aspecto de la técnica del violín. Arturo Moscoso ha interpretado
9 Bagatelas Op 6 del compositor e investigador húngaro B. Bartók. Bagatella es
una composición musical ágil y breve y Bartók señalaría que algunas de estas
piezas fueron escritas como obras “experimentales”. Terminó el concierto con la
interpretación de Sergio Suárez acompañado de Cecilia Vargas del primer
movimiento del Concierto nº 1 para violín del compositor nacido en Georgia A.
Khachaturian de considerables exigencias técnicas.
José Súarez