Abriendo sus puertas en cada
ciudad y aspirando a jugar un papel activo en su comunidad se ha celebrado una
nueva edición del Día de los Museos. Este día ha precedido al 5º concierto de música
de cámara que dentro de las VIII Jornadas de Música y Patrimonio viene
desarrollándose en la Iglesia Mudéjar de San Sebastián situada en la cornisa,
pasado el embarcadero y un poco antes de llegar a las Cortes.
Minutos antes de las 12 del
mediodía una pequeña multitud va congregándose en la entrada, charlando y
saludándose amigablemente mientras esperan la apertura de la puerta. Una ligera
brisa y un cándido sol nos acompañan en esta apacible mañana de domingo, 19 de
mayo de 2019. Hace ya varias semanas que los alérgicos, para combatir la pelusade los chopos y el polen de las gramíneas, tienen que evitar la exposición a
estos alérgenos e ingerir los principios activos indicados por su médico para
aliviar los molestos síntomas de la rinitis primaveral.
En estas fechas los alumnos
de segundo de bachillerato tienen un final de curso estresante, se les acumulan
los exámenes finales y la preparación para superar la prueba de selectividad (EVAU) que posibilita el acceso a los estudios universitarios. Un poco más complicado
es para los alumnos que terminan a la vez los estudios profesionales de música
y pretenden hacer las pruebas de acceso al conservatorio superior.
Es el caso del joven
violinista toledano Álvaro Sáez Garrido, protagonista del evento de
hoy, que interpretará las obras que presenta a las pruebas de acceso al
conservatorio superior. A él le sirve de
ensayo y lo saca de su zona de confort al tener que tocar fuera de su auditorio
habitual en el conservatorio. A los oyentes nos sirve para deleitarnos con
bellas melodías de muy difícil ejecución.
Inició sus estudios
musicales en la Escuela de Música Diego Ortiz de Toledo y este curso finaliza
el grado profesional en el Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo de la mano
de la profesora Adela Torres Osca. Complementa su formación recibiendo clases
de distintos profesores eminentes y como mérito más reciente indicar que ha
sido seleccionado en la nueva convocatoria de la Joven Orquesta de Castilla-La
Mancha.
Lo acompaña al piano el profesor José María
Domínguez Riolobos, que ya hemos tenido el honor de escuchar en
otras ocasiones en estos mismos conciertos.
Las Sonatas y Partitas para violín
solo, BWV 1001-1006 son una serie de seis piezas escritas por J. S. Bach entre 1703 y 1720. Forman
parte del repertorio integral para violín y requieren un dominio técnico total
del instrumento en cuanto a dobles cuerdas, acordes de hasta cuatro notas o
agilidad del arco. Álvaro Sáez ha iniciado el concierto deslizando su
arco por las cuerdas del violín para interpretar el primer movimiento, Preludio,
el más conocido,de la Partita para violín solo nº 3.
José María Domínguez Riolobos es profesor de piano en el
Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo desde el año 2004, pero precisamente
para el próximo curso le han concedido el traslado a Madrid como pianista
acompañante en clases de ballet. El único palo que le faltaba por tocar. Algo
muy distinto a todo lo que ha hecho y que se plantea como un nuevo reto a
superar.
Manuel de Falla escribió Fantasía Baética para piano en 1919
por encargo del pianista Arthur Rubinstein. El compositor traslada
al teclado los efectos de la guitarra flamenca y la pureza del "cante
jondo" exprimiendo al máximo las posibilidades técnicas y expresivas del
piano. Es considerada una de las piezas maestra para piano de principios del
siglo XX. Los dedos ágiles de José María Domínguez han traducido en sonido las
notas musicales escritas en las páginas de Fantasía Baética coloreando el
interior de
nuestra iglesia de trinos, escalas, arpegios y acordes, en una versión vigorosa
y elocuente de esta obra, seguramente inédita para muchos de los oídos de los
presentes.
Una de las obras más
demandadas por el público e intérpretes de nuestro tiempo es el Concierto
para violín y orquesta nº 3 del genio de Salzburgo W. A. Mozart, compuesto cuando tan solo tenía 19 años junto a otros
cuatro más, escritos vertiginosamente entre abril y diciembre de 1775. El
diálogo entre violín y pianoforte nos ha sumergido en el sonido propio del
periodo clásico al interpretarse el primer movimiento Allegro de ese concierto.
Para finalizar el programa, nos
han ofrecido el primer movimiento Vorspiel -Allegro moderato del Concierto
para violín y orquesta nº 1 del compositor alemán Max Bruch (Colonia, 1838 – Berlín, 1920) Es la pieza más conocida
de este compositor y uno de los más bellos conciertos de la música romántica
para violín.De su enigmático violín Álvaro
Sáez ha puesto toda su pasión para extraer de sus cuerdas ese exigente y
turbador sonido que pudiera emocionar al público. Toda la plantilla de una
orquesta ha sido sustituida por las dos manos de José María Domínguez acompañando con
esmero a nuestro instrumento solista.
Emocionados por la ovación
del público han correspondido tocando la Meditación de Thaïs del compositor
galo Jules Massenet.
Texto........ José Suarez
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