domingo, 13 de noviembre de 2022

En los albores del siglo XX

Para este domingo 20 de noviembre, Elena Álvarez (flauta travesera) y Hernán Milla (piano), nos proponen un repertorio con la música de Francis PoulencKarg ElertRobert Muczinsky, que esperamos una vez más sea de su agradado y tengan disponibilidad para acompañarles en el concierto.


               Notas al programa.-

Sonata para Flauta FP 164, Francis Poulenc (1899-1963)

La pertenencia de Francis Poulenc al grupo de Les Six y el ambiente parisino en el que estuvo inmerso son hechos que se reflejan con claridad en su música. Según la perspectiva de varios críticos, su lenguaje se caracteriza por la simplicidad y la franqueza, con tintes nacionalistas. El compositor pertenecía a una familia burguesa y atribuía a sus padres su profunda fe católica y la herencia musical. En la obra de Poulenc se puede apreciar la presencia de lo profano y lo religioso.

La obra de Francis Poulenc comprende música para piano, de cámara, ópera, y un amplio repertorio vocal. Hasta aproximadamente 1925, sus piezas camerísticas se caracterizaron por ser familiares al lenguaje del jazz, por presentar temas basados en tríadas y escalísticos acompañadas de disonancias, bitonalidad, algunos elementos del clasicismo, y evidenciaban desde el inicio de la carrera del compositor rasgos de su propio lenguaje, como detalles sorpresivos en la música, especialmente en el momento de las cadencias.

La Sonata para flauta y piano FP. 164 presenta tres movimientos con un carácter muy diferenciado. El primer movimiento (Allegretto malincolico), que formalmente se ajusta a las características de Rondó, se sostiene sobre un motor de acompañamiento en el piano sobre el que flota libremente la flauta. El segundo movimiento (Cantilena), presenta un ambiente sutil e íntimo, de gran lirismo, que desarrolla un amplio espectro de emociones. El tercer movimiento (Presto giocosso) es el que presenta mayor extensión y en él convergen materiales ya escuchados a lo largo de la sonata, dentro de un contexto frenético y lleno de sorpresas.

Sinfonische Kanzone, Karg Elert (1877-1933)

Compuesta en 1917, fue la primera obra que compuso para flauta y piano, dedicada al Dr. Joseph Weber-Kassel, gran amigo del compositor. Es una obra planteada en un único movimiento y es la más conservadora de su repertorio para flauta y piano, en un marcado estilo romántico, pero con apuntes hacia un pensamiento más avanzado.

Esta obra no supuso un nuevo camino para la flauta en términos de forma o textura, si bien en ella Elert desarrolla una rica densidad sinfónica y una textura contrapuntística de gran complejidad, a la manera de las antiguas canzonas polifónicas del s. XVI. La presentación y el tratamiento de los diversos temas al igual que la interacción entre la flauta y el piano sigue las convenciones de la música romántica.

El plano tonal de la obra oscila en torno a los tonos relativos o mediantes; no obstante se puede apreciar una característica que distingue la música de Karg-Elert, el tratamiento cromático de las melodías y las armonías a pequeña escala, que en ocasiones quedan supeditadas al desarrollo contrapuntístico.

Sonata para Flauta y Piano Op. 14, Robert Muczinsky (1929-2010)

El compositor y pianista Robert Muczynski publicó alrededor de 50 composiciones. Muczynski comenzó a componer la Sonata para Flauta y Piano, Opus 14 en 1960 mientras vivía en Oakland, California, con una beca de la Ford Foundation Fellowship. Completó los dos primeros movimientos en Oakland y después, después de mudarse a Chicago en 1961, los dos restantes. La pieza fue estrenada en 1961 en la Academia de Música de Niza, Francia, y obtuvo el premio “Concours International Prize.

En palabras de un amigo flautista del compositor, era una obra “demasiado difícil, pocos elegirán tocarla”. Muczynski optó por ignorar las voces críticas y escribió música para instrumentos desafiando los clichés y tendencias compositivas. En la flauta, se alejó de las melodías serenas y dulces para revelar su habilidad para proyectar música con un carácter fuerte y “afilado”.

Según el propio compositor, el primer movimiento (en forma Allegro de Sonata - Allegro deciso-) comienza con una figura sincopada de cuatro notas anunciada por la flauta, con un carácter de urgencia sin descanso. Este motivo es gradualmente expandido, desarrollado y variado según la música va abriéndose. Hay una constante referencia al mismo puesto que la flauta y el piano mantienen un continuo diálogo. Una energía pulsante se mantiene durante todo el movimiento. El charlatán Scherzo es caprichoso y determinado, requiriendo un control y resistencia considerables por parte del flautista. Es una música concentrada; avanza rápidamente y establece una necesidad de un movimiento contrastante como el que sigue a continuación. Como un respiro respecto a los dos primeros energéticos movimientos, el Andante plantea una atmósfera íntima y sostenida donde la flauta desempeña un rol expresivo, con líneas que ascienden con gran intensidad mientras que el piano permanece acompañando. El final, cuarto movimiento (Allegro con moto), en forma rondó, recupera el impetuoso carácter del comienzo y arrastra al oyente una casi “temeraria” cadencia, seguida de un gran arrebato en el piano, desembocando en un intercambio de ritmos irregulares en un final triunfal.












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