miércoles, 8 de mayo de 2019

Gran mezcolanza, para el día de la madre



El pasado cinco de mayo, día de la madre, tuvimos el placer de recibir en la iglesia de San Sebastián de Toledo al violinista Francisco González Márquez.

 Formado en Córdoba y Madrid, en prestigiosas instituciones tanto en violín como en viola, el intérprete, presidiendo el otrora altar, obsequió al público con un lirismo adecuado al edificio y paraje que lo acogieron.

El programa comenzó con dos obras de Ennio Morricone, quien se encuentra actualmente por España interpretando su gira de despedida. En ellas pudimos apreciar la magia y espiritualidad que el autor impuso en sus obras para Cinema Paradiso y La Misión.

Tras estos pasajes musicales pasamos a disfrutar de la famosa aria de Puccini, O Mio Babbino Caro, interpretada por sopranos de la talla de María Callas o MonserratCaballé, y del romance Vocalise compuesto por Sergei Rachmaninov para piano y voz durante su periodo ruso. En ambas se pudo apreciar cómo la formación del artista en violín y viola dejó huella en la interpretación.

Varios éxitos de la música en inglés del siglo XX se abrieron paso a través del violín como My Way, You Rise Me Up o Hallelujah, llenando de emoción a los asistentes.

Del repertorio clásico Francisco escogió el Largo dentro del concierto de Invierno de las Cuatro Estaciones, de Antonio Vivaldi, las Canciones Populares de Manuelde Falla, compuestas desde París un año antes del regreso del autor  y la excepcional Playera del violinista bilbaíno Pablo de Sarasate. En estas dos últimas, enérgicas y técnicamente demandantes, el intérprete realizó su tour de force, demostrando su maestría a manos del violín.


Finalmente, tras los merecidos aplausos, Francisco interpretó su propia adaptación de la obra Asturias (Leyenda) de Isaac Albéniz, cerrando de forma virtuosística y elegante el concierto que nos ocupó.


Texto.... Rafael Delgado

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