miércoles, 22 de mayo de 2019

El público correspondió al joven intérprete

Abriendo sus puertas en cada ciudad y aspirando a jugar un papel activo en su comunidad se ha celebrado una nueva edición del Día de los Museos. Este día ha precedido al 5º concierto de música de cámara que dentro de las VIII Jornadas de Música y Patrimonio viene desarrollándose en la Iglesia Mudéjar de San Sebastián situada en la cornisa, pasado el embarcadero y un poco antes de llegar a las Cortes.
Minutos antes de las 12 del mediodía una pequeña multitud va congregándose en la entrada, charlando y saludándose amigablemente mientras esperan la apertura de la puerta. Una ligera brisa y un cándido sol nos acompañan en esta apacible mañana de domingo, 19 de mayo de 2019. Hace ya varias semanas que los alérgicos, para combatir la pelusade los chopos y el polen de las gramíneas, tienen que evitar la exposición a estos alérgenos e ingerir los principios activos indicados por su médico para aliviar los molestos síntomas de la rinitis primaveral.
En estas fechas los alumnos de segundo de bachillerato tienen un final de curso estresante, se les acumulan los exámenes finales y la preparación para superar la prueba de selectividad (EVAU) que posibilita el acceso a los estudios universitarios. Un poco más complicado es para los alumnos que terminan a la vez los estudios profesionales de música y pretenden hacer las pruebas de acceso al conservatorio superior.
Es el caso del joven violinista toledano Álvaro Sáez Garrido, protagonista del evento de hoy, que interpretará las obras que presenta a las pruebas de acceso al conservatorio superior.  A él le sirve de ensayo y lo saca de su zona de confort al tener que tocar fuera de su auditorio habitual en el conservatorio. A los oyentes nos sirve para deleitarnos con bellas melodías de muy difícil ejecución.
Inició sus estudios musicales en la Escuela de Música Diego Ortiz de Toledo y este curso finaliza el grado profesional en el Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo de la mano de la profesora Adela Torres Osca. Complementa su formación recibiendo clases de distintos profesores eminentes y como mérito más reciente indicar que ha sido seleccionado en la nueva convocatoria de la Joven Orquesta de Castilla-La Mancha.
 Lo acompaña al piano el profesor José María Domínguez Riolobos, que ya hemos tenido el honor de escuchar en otras ocasiones en estos mismos conciertos.
Las Sonatas y Partitas para violín solo, BWV 1001-1006 son una serie de seis piezas escritas por J. S. Bach entre 1703 y 1720. Forman parte del repertorio integral para violín y requieren un dominio técnico total del instrumento en cuanto a dobles cuerdas, acordes de hasta cuatro notas o agilidad del arco. Álvaro Sáez ha iniciado el concierto deslizando su arco por las cuerdas del violín para interpretar el primer movimiento, Preludio, el más conocido,de la Partita para violín solo nº 3.
José María Domínguez Riolobos es profesor de piano en el Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo desde el año 2004, pero precisamente para el próximo curso le han concedido el traslado a Madrid como pianista acompañante en clases de ballet. El único palo que le faltaba por tocar. Algo muy distinto a todo lo que ha hecho y que se plantea como un nuevo reto a superar.
Manuel de Falla escribió Fantasía Baética para piano en 1919 por encargo del pianista  Arthur Rubinstein. El compositor traslada al teclado los efectos de la guitarra flamenca y la pureza del "cante jondo" exprimiendo al máximo las posibilidades técnicas y expresivas del piano. Es considerada una de las piezas maestra para piano de principios del siglo XX. Los dedos ágiles de José María Domínguez han traducido en sonido las notas musicales escritas en las páginas de Fantasía Baética coloreando el interior de nuestra iglesia de trinos, escalas, arpegios y acordes, en una versión vigorosa y elocuente de esta obra, seguramente inédita para muchos de los oídos de los presentes.


Una de las obras más demandadas por el público e intérpretes de nuestro tiempo es el Concierto para violín y orquesta nº 3 del genio de Salzburgo W. A. Mozart, compuesto cuando tan solo tenía 19 años junto a otros cuatro más, escritos vertiginosamente entre abril y diciembre de 1775. El diálogo entre violín y pianoforte nos ha sumergido en el sonido propio del periodo clásico al interpretarse el primer movimiento Allegro de ese concierto.


Para finalizar el programa, nos han ofrecido el primer movimiento Vorspiel -Allegro moderato del Concierto para violín y orquesta nº 1 del compositor alemán Max Bruch (Colonia, 1838 – Berlín, 1920) Es la pieza más conocida de este compositor y uno de los más bellos conciertos de la música romántica para violín.De su enigmático violín Álvaro Sáez ha puesto toda su pasión para extraer de sus cuerdas ese exigente y turbador sonido que pudiera emocionar al público. Toda la plantilla de una orquesta ha sido sustituida por las dos manos de José María Domínguez acompañando con esmero a nuestro instrumento solista.
Emocionados por la ovación del público han correspondido tocando la Meditación de Thaïs del compositor galo Jules Massenet.


Agradeciendo al público que en cada concierto llena la Iglesia de San Sebastián, les invitamos a asistir al próximo concierto que se celebrará el próximo día 2 de junio con la participación del dúo Poulenc.

Texto........ José Suarez








No hay comentarios:

Publicar un comentario